Disfrutar de la vida en Graus
A aproximadamente unos 28 kilómetros del cámping se encuentra el municipio de Graus, la capital de la comarca de la Ribagorza. Es la ciudad más grande y cercana y en coche se llega en unos 30 minutos. Tan solo el viaje hasta ahí ya es muy bonito y nada complicado. La carretera A-1605 va directamente desde el cámping hasta la ciudad, en su mayoría transcurre al lado del río Isábena. En el entorno el paisaje es extraordinario, aquí hay altas paredes rocosas al lado de la carretera y se puede echar un vistazo a los amplios campos. Disfruta del panorama durante el trayecto!
Durante unas vacaciones el cámping la gasolinera que se encuentra a medio camino vía a Serraduy es ideal para realizar unas pequeñas compras. La vieja tienda al lado de la gasolinera nos ofrece los alimentos básicos, para todo lo demás definitivamente vale la pena ir a Graus, aquí existe la posibilidad de comprar frutas y verduras frescas y otras delicias españolas en el mercado. Los mercados españoles son algo muy especial; debido a su encanto único y llenos de olores y vivacidad son fascinantes. También hay un gran supermercado en donde se puede encontrar todo lo necesario. Para comprar vestimenta se puede ir al mercado o a una de las pequeñas tiendas. En la ferretería, un pequeño almacén que se encuentra en cada ciudad española, se puede encontrar toda clase de objetos que aún hacen falta para unas vacaciones en el cámping, como por ejemplo un hornos de gas o navajas.
Cada año Graus es sede de un evento espectacular. Desde 1991 los habitantes de Graus celebran cada año el día de la longaniza. Longaniza es el nombre del embutido más popular y sabroso de Aragón. Para celebrar este día, carniceros experimentados preparan juntos durante la fiesta una longaniza gigantesca, la asan y luego la reparten a los habitantes y turistas. En 1997 Graus fue registrada en el libro Guinness de los récords por una longaniza de aproximadamente 500 metros, la más larga del mundo. Aparte de las festividades y la longaniza también hay un mercado artesanal con objetos muy lindos de cuero y especialidades españolas. Si se está en la ciudad durante las festividades vale mucho la pena visitarlas. No solo vale la pena probar la longaniza, el evento en sí, con la enorme parrillada y los entusiasmados espectadores es una sensación que no se vive todos los días.
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